HISTORIA DEL ATLETISMO

Los orígenes del Atletismo, deporte que hace por excelencia mención a los gestos naturales, se confunden con los de la Humanidad. Cuando dichos gestos dejaron de responder solo a un fin útil (huir de un peligro, o perseguir una presa) y fueran realizados sin una necesidad vital, aparecieron los primeros atletas. El atletismo hunde sus orígenes por una parte en la Grecia antigua, y por otra en la Irlanda pre-céltica.

A su origen mediterráneo debe su etimología (en griego athon significa combate), y de su origen irlandés tiene la mayoría de lances y ejercicios tales como el salto de altura, desconocido por los griegos; esto indica que el atletismo moderno (Inglaterra, s.XIX) nace de tradiciones irlandesas más que sobre el culto al maratón de la antigüedad. Debido a que los Juegos Olímpicos de la Era Moderna surgieron con inspiración francesa, las medidas inglesas fueron cambiadas al sistema métrico decimal: media milla se convirtió en 800 metros, cuarto de milla en 400, 3 millas en 5000, y 6 millas en 10 kilómetros.

El atletismo comprende carreras (de velocidad, de semi-fondo, de fondo) y concursos (saltos y lances), así como pruebas combinadas (decatlón y pentatlón); fuera del programa olímpico figura además la carrera a campo traviesa (cross-country). Basándose en la valoración de las cuatro cualidades físicas fundamentales (velocidad, relajación, fuerza, y resistencia física) el atletismo propone simultáneamente la lucha de hombre a hombre, el enfrentamiento en el tiempo y el espacio, el combate con los elementos naturales y el encuentro del hombre consigo mismo.